El misterio de la Orquídea
Qué detallazo el de Angelito al regalarme una Orquídea Phaleanopsis. Estoy que se me cae la baba con la canija flor y me trae en conflicto por sus cuidados. Yo que he sido responsable de la muerte de una que otra plantita y hasta mascotas que sólo dejaron traumas de la infancia, ¡ahora con una orquídea!... ¡Glup!
Mantenerla siempre húmeda pero no empadada, que reciba luz pero no mucha, que le dé el aire pero no fuertes corrientes, que si la temperatura ambiental, que si los cambios de estación, más todas las sugerencias que se agreguen.
Pero ni modo, ya una vez que la tienes, te condena. Ya una vez que está ahí quietecita, exótica y bella, no te puedes resistir. Algunos aseguran que existen desde mucho antes de que los seres humanos habitaran la tierra, incluso desde la antigua Grecia se cree que despertaba pasiones por sus propiedades curativas y afrodisíacas (habrá que verificarlo porque aún no me consta).
Dicen que su capacidad de adaptación es notable, pueden crecer a nivel del mar, sobre los árboles, sobre las rocas, sobre la tierra o hasta en ambientes subterráneos. Entre las cifras se manejan alrededor de 30, 000 especies con lo que se considera la planta más evolucionada y especializada.
Orquídea: (Del lat. orchis, y este del gr. ὄρχις, testículo, planta bulbosa).
Y todavía al dármela, Ángel me dice: ¡cuídala porque podría ser la única imagen masculina que tengas cerca en un buen rato!... ¡Híjole!