viernes, octubre 20, 2006

Duda más que filosófica

¿Qué chingados es la felicidad? La pregunta surgió en el momento más inoportuno: después de una sutil confesión amorosa, después de tres cervezas GRANDES, después de una hora de estar saltando entre una nube de humo y un poco antes de que los amigos invisibles empezaran a tocar...

No sé — le dije. Creo que son momentos en que te sientes eufórico, pleno, ¡a toda madre! Instantes que aparecen y luego se van...

No quería profundizar en pleno desmadre, pero me iba clavando en busca de respuestas. Me acordé de Epicuro y de esa búsqueda del placer, de no padecer sufrimientos en el cuerpo o en el alma y ahí fue cuando caí en cuenta que me empezaba a sentir bien, que comprobé que la amistad estaba jugando un papel importante para sanar lo podrido de adentro.

Cada quien está en la búsqueda de la felicidad muy subjetivamente y muy a su manera, pero creo que atravieso de nuevo esa etapa en que me siento feliz porque como dice la maestra Fátima, “veo luz al final del túnel”, las ideas tienen más claridad y ya percibo un autoconocimiento.

¿Existirá una felicidad permanente?...Comienzo a ver que sí.

viernes, octubre 13, 2006

Canijas erratas

El taller de corrección de estilo al que me inscribí se ha convertido en una terapia o reunión que denominaremos “correctores anónimos”. Las vicisitudes con las letras son algunos de los temas recurrentes y al final, lo único que nos falta es tomarnos de las manos y levantarlas al grito de “ánimo”.

Sólo me da la impresión de que en la clase se cuentan puras anécdotas y...de corrección... nomás nada de nada, pero bueno, me imagino que la maestra aplica lo que hacía Arreola, “para aprender ahí están los libros pero lo que yo les cuento, eso no lo verán en ningún lado” y con eso de que teoría sobre la corrección de estilo como tal, no existe, estamos de aprendices de brujo.

Entre las cosas que se cuentan se comentó que Alfonso Reyes y un grupo de amigos editores quisieron publicar un libro que careciera de erratas. Se pretendía que fuera un libro memorable que se revisó una y otra vez e hicieron que otros lo revisaran también. Orgullosos, mandaron imprimir el sello que en su última hoja decía:

“Esta es una obra que no contiene ninguna erata”. Buuuuuu!

A continuación un ejercicio que para esos ratos de ocio está bueno:


Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el
odren en el que las letars etásn ersciats, la úicna csoa
ipormtnate es que la pmrirea y la úmlita Itera etésn etricsas en
la psioción cocrrtea. El rsteo peuden etsar ttaolmntee mal y aún
pordás lerelo sin porbleams. Etso es pquore no lemeos cdaa
Itera por sí msima preo la paalbra es un tdoo.

domingo, octubre 01, 2006

Semana musical

Mi vecina se ha encargado de musicalizar mis días. Tiene poco que se cambió al departamento continuo y como es maestra de piano, se escuchan notas que según creo son de los clásicos, Mozart, Bach, pero también se avienta La incondicional de Luismi y hasta la del Chavo del ocho, con lo cual nos deja ver que es muy versátil.

Es curioso lo que ha sucedido en los últimos días. Como si me estuviera viendo cuando tengo prisa, toca rápido como si los dedos se corretearan y presionaran con fuerza las teclas, mientras que en la tarde cuando leo o califico trabajos la música es pausada y tranquilita, al grado de hacerme cerrar los ojos y cabecear. Creo que gracias a ella mi vida ya empieza a tener su propia banda sonora y me agrada.

Varias veces para matar el tiempo mientras viajo de un lugar a otro me encanta fantasear con la idea de que mi vida fuera como un musical, en especial cuando estoy en el metro.

Al puro estilo del video de Bjork “It's Oh So Quiet”, de un momento a otro, los que están dormidos se despiertan de un salto, los que se están besando, se siguen besando, los demás bailan y se balancean entre los tubos del vagón. El vendedor de cd´s de diez pesos empieza a aventarlos en distintas direcciones mientras hace giros. Le hacemos ruedita a las señoras que se ven malencaradas pero que de pronto se transforman y bailan al estilo de can-can; los más jóvenes hacen piruetas hiphoperas y el final de la coreografía concluye conmigo sostenida en el aire por dos chicos fortachones en medio de papelitos hechos con los Machetearte del chavo que se acababa de subir pidiendo cooperación voluntaria.

Me declaro fan de los musicales, justo ayer fui a “Hoy no me puedo levantar” que hizo que alimentara más esta idea de andar brinco y brinco, salto y salto en plena calle. A la salida Erika y yo vimos que vendían el soundtrack de la obra y hasta dije: carajo, pa´ que la haces de tos, tú también puedes empezar por tu propio soundtrack y ya después te avientas el musical!

Bueno, no se trata de ponerse exigente pero en las situaciones que más recuerdo aparece una canción y de distintos géneros, así que ya estoy empezando a grabar las que más me han gustado a lo largo de mis 24 añitos que quedaran en orden cronológico. Como apenas inicié necesito unas de Burbujas y Topo Gigio. Será una búsqueda exhaustiva porque tengo muy presentes algunas que no podrán faltar de Pearl Jam, José Alfredo, Radiohead, Cerati, Moby, Lucybell, Los Tres, Paquita la del Barrio y Beny Moré, pero faltan muchos más.