Duda más que filosófica
¿Qué chingados es la felicidad? La pregunta surgió en el momento más inoportuno: después de una sutil confesión amorosa, después de tres cervezas GRANDES, después de una hora de estar saltando entre una nube de humo y un poco antes de que los amigos invisibles empezaran a tocar...
—No sé — le dije. Creo que son momentos en que te sientes eufórico, pleno, ¡a toda madre! Instantes que aparecen y luego se van...
No quería profundizar en pleno desmadre, pero me iba clavando en busca de respuestas. Me acordé de Epicuro y de esa búsqueda del placer, de no padecer sufrimientos en el cuerpo o en el alma y ahí fue cuando caí en cuenta que me empezaba a sentir bien, que comprobé que la amistad estaba jugando un papel importante para sanar lo podrido de adentro.
Cada quien está en la búsqueda de la felicidad muy subjetivamente y muy a su manera, pero creo que atravieso de nuevo esa etapa en que me siento feliz porque como dice la maestra Fátima, “veo luz al final del túnel”, las ideas tienen más claridad y ya percibo un autoconocimiento.
¿Existirá una felicidad permanente?...Comienzo a ver que sí.
—No sé — le dije. Creo que son momentos en que te sientes eufórico, pleno, ¡a toda madre! Instantes que aparecen y luego se van...
No quería profundizar en pleno desmadre, pero me iba clavando en busca de respuestas. Me acordé de Epicuro y de esa búsqueda del placer, de no padecer sufrimientos en el cuerpo o en el alma y ahí fue cuando caí en cuenta que me empezaba a sentir bien, que comprobé que la amistad estaba jugando un papel importante para sanar lo podrido de adentro.
Cada quien está en la búsqueda de la felicidad muy subjetivamente y muy a su manera, pero creo que atravieso de nuevo esa etapa en que me siento feliz porque como dice la maestra Fátima, “veo luz al final del túnel”, las ideas tienen más claridad y ya percibo un autoconocimiento.
¿Existirá una felicidad permanente?...Comienzo a ver que sí.