sábado, noviembre 18, 2006

¿Cómo te llamas?





“Nombre es destino” decían los griegos. Se ha hablado infinidad de veces de las similitudes que pueden existir entre personas que comparten un mismo nombre. En lo personal no comulgo con esta idea. No me convence el creer que todas las que se llaman Teresa son pasionales o si los Pedros son hombres sencillos o si los Ricardos son cursis o las tipo estadísticas como las de http://luisfernandocorona.blogspot.com/2006/07/estadstica-femenina.html
(que no dejan de ser divertidas y en algunos casos se perciben coincidencias).

En lo que estoy totalmente de acuerdo, es en lo que comenta el poeta Ricardo Yañez, (de quien vale la pena dedicar un post más adelante). “Hay que escuchar el destino de uno mismo”.

Si sabemos que el lenguaje es forma y las palabras tienen un sonido que influye en el comportamiento humano, imaginemos qué sensaciones y reacciones puede provocar un nombre.

¿Qué desata nuestro nombre con todo y sus apellidos? ¿Cuál es su fuerza, su sonoridad? ¿En dónde está su énfasis? ¿A qué nos remite cuando lo escuchamos?

Si no estamos muy seguros al menos de cuánta musicalidad puede encerrar ese nombre tal vez elegido inocentemente por nuestros padres o nomás porque se debía llamar como el papá, la mamá, la tía, el abuelo u otro familiar o artista de moda, la mejor forma de averiguarlo es bailar tu propio nombre.

Según Yañez, es sencillo: dices tu nombre completo, tratas de localizar las sílabas tónicas, y a partir de ahí saldrá el ritmo; dependiendo de eso, además de versar, podría salir un blues, un cha cha chá, mambo, rock…

Yo ya lo intenté y el ritmo es muy suave así como un bolero que se baila de "a cartón" y ¿el de ustedes?

martes, noviembre 14, 2006

Cuba

Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma
Y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma
Guantanamera, guajira Guantanamera
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo
Guantanamera, guajira Guantanamera
Cultivo una rosa blanca
en julio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca
Guantanamera, guajira Guantanamera
Con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar
el arroyo de la sierra
me complace más que el mar
Guantanamera, guajira Guantanamera


Desde el regreso de los padres, las conversaciones han sido el viaje a Cuba. Mejor guardar para otra ocasión las aventuras surgidas en su ausencia que resultan bastante predecibles, triviales y choteadas, y es que del paseo me interesa saberlo todo: cada detalle, cada crónica diaria, cada charla. Eso me consuela un poco y me hace fantasear con la idea de haber estado ahí. De haber platicado con Mirta, Miguel Alejandro, Mayito y Miguel, de jugar con Merceditas, de ver a Pupy y a Lilian, de ver de nuevo a la isla después de casi seis años.

Este post va dedicado a ellos, porque los cientos de kilómetros que no separan para mí no significan nada, porque su ánimo y su amistad me hace creer que la espera no será muy larga, porque su cariño lo siento genuino y su energía son un ejemplo diario.

En la próxima visita a la isla del sabor, no puede faltar la visita a:
- La Habana Vieja
- El Capitolio
- La Plaza de la Revolución
- El malecón
- La bodeguita de enmedio
- El Habana Café
- Varadero-La marina Hemingway




Create Your Own!

miércoles, noviembre 01, 2006

Las frases de la semana

Me pareció muy significativo que en una semana surgieran frases tan interesantes que me parecen dignas de mencionarlas por la fuerza del momento en que aparecieron, por la situaciones y por todo lo que removieron en mí.

“Todos nacimos un día en que Dios estaba enfermo”. Roberto López en una ponencia sobre periodismo cultural.

“Tuve que llegar al hueso de los recuerdos”. Roberto, en la misma ponencia.

“Tú que sabes del amor si nunca te ha besado un perro”. Ramón en una borrachera.

“Tengo la impresión de que he entendido todo y todo es amor; hasta el odio y esas pasiones pendejas de las que siempre hablamos mal son amor en el fondo”. Héctor en medio de una discusión un tanto filosófica.

“La felicidad es como el vidrio. Se rompe pronto”. Dicho flamenco.